T.

-¿Cómo hemos llegado a esto?
+¿Qué es lo que pasa? yo creo que todo está igual
-Eso es que no me echas de menos
+Como te voy a echar de menos si siempre estas ahí
-No te molestas en hablarme
+¿Acaso tú a mi sí?
-Vale, en eso quizá yo también tenga un poco de culpa, pero hoy te dije que estaba enferma, me e conectado y siquiera has sido capaz de decirme hola, dime una cosa, ¿cuándo tú estás mal yo paso de ti? yo creo que no, porque e hasta llorado por movidas que te pasan. Ya nada es lo mismo, no hablamos, no nos contamos NADA, y después vamos de máximas falsas a decirnos que nos queremos y que nos amamos, sí, lo admito, te quiero, más que a nada, ya que en un mes me demostraste más que nadie, me has perdonado cosas imperdonables, y si, enfádate si te digo que me has echado a un lado, pero sé que tengo razón., y nada, si quieres, sigue como hasta hoy, mas bien, sigamos, que veremos cuanto va a durar, y ojalá fuese capaz de dejar este tema aquí sin decirte que te quiero, pero ese es mi problema, me encanta decirlo, me encanta decírtelo, aunque no te lo merezcas, al menos ante mis ojos, pero es así. Te amo, y nadie cambiará eso, nunca.
+Lo siento.
-No has de sentir nada, ya que yo tampoco e echo nada para remediarlo.
*Las niñas se miran a los ojos una de ellas llora como nunca, la otra decide ponerle fin a esa época de silencio, le dice que la quiere, y la acoge en sus brazos*